Violeta le da un fuerte abrazo a Bea. Lo necesitaba. Últimamente
se le juntan todos los problemas y lo único que la ayuda un poco son sus
amigas.
Bea está en pijama y con una bata
de estar por casa.
-¿Qué eres una abuelita? –le dice riendo Violeta.
Bea le saca la lengua.
-Anda pasa tonta.
Las dos chicas pasan y se sientan en el sofá.
Bea coge dos magdalenas y le da una a Violeta.
-Gracias.
-Bueno, a ver, cuéntame que te pasa.
-Pues tía todo. Que ya estoy harta de lo de José.
-Pero Violeta, tu le quieres ¿no?
Violeta se queda pensativa. Se reclina en el sofá, suspira y
cierra los ojos.
Una lágrima le cae por la mejilla derecha.
-Claro que le quiero.
-¿Entonces? –pregunta Bea mientras le pasa la mano por el
brazo intentando tranquilizarla.
-Pues que no soporto estar lejos de él. No puedo. Esto me
supera Bea –hace una breve pausa en la que respira hondo- Cuando nos despedimos…no
me he sentido peor en mi vida. Casi no podía respirar de lo mal que me sentía.
-Violeta, estas enamorada. Eso es bonito. No tiene que
hacerte sufrir. Y la distancia pues.. –se queda pensativa. No sabe que decirle
para animarla un poco- Piensa que lo
veras en vacaciones.
Es el salón suena “Con
las ganas” de Zahara. A Violeta le encanta esa canción. Es preciosa… y triste.
Otra lágrima.
-Y luego esta Rubén. Mira.
Violeta coge su mochila y saca su móvil. Busca en la bandeja
de entrada hasta que da con el mensaje.
Le da el móvil a Bea para que lea el mensaje de Ruben.
-Puff. ¿Le has respondido?
-No. Lo iba a hacer aquí, cuando te lo enseñase.
-¿Qué vas a hacer? ¿Tu quieres quedar con él?
-No lo se. Por una parte quiero pero por la otra sé que no
debo. ¿Y si pasa algo que no debería pasar?
-No tiene por qué pasar nada. Podéis salir como amigos y ya
esta.
Violeta se lo piensa. Sí, tiene razón. Coge el móvil y
escribe “Yo estoy bien. Vale. Podemos quedar mañana. A las seis en la puerta
del instituto. Un beso”
Se lo enseña a Bea, que asiente en señal de aprobación.
Manda el mensaje. Vale, ya esta. No hay vuelta atrás.
-¿Vemos una peli?- pregunta Bea mientras coge su portátil.
-Vale. ¿Cuál?
-Umm… Avatar ¿te gusta?
-Genial, me encanta.
El resto de la tarde transcurre tranquila. Las dos chicas
terminan de ver la película y Violeta vuelve a su casa antes de la cena.
De camino va pensando en el mensaje que le ha mandado a Rubén.
¿Ha hecho bien en quedar con él?
Y recorre el camino hasta su casa sin saber todo lo que le
deparará la tarde siguiente.
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