sábado, 18 de febrero de 2012

Capitulo uno.


Un sábado por la mañana en el mes de Enero.

Violeta da  vueltas tumbada en la cama. ¿Cómo estará Nerea?
Nerea es una de sus mejores amigas y hoy ha perdido a su abuelo. Imagina cómo se siente, sin haber podido despedirse de él…Necesita que llegue el día de mañana para estar con ella abrazarla y decirle lo que la quiere y que lo siente  mucho…Pero estas cosas no se pueden decir por Tuenti. No es lo mismo que darle tu apoyo a esa persona mediante gestos de afecto, de cariño. Piensa en las palabras que le dirá, en como intentará no venirse abajo para que ella no se ponga peor de lo que ya debe de estar.

Decide levantarse de la cama y encender el ordenador. Cinco minutos, diez minutos… <<¡¡¡Pero que lento es este ordenador, por dios!!!>> piensa cabreada. Al fin, el ordenador volvió a la vida. Violeta se conecta al Messenger y al Tuenti. Nada. Él no está conectado. <<Esto es una mierda. No puedo seguir así toda la vida>> piensa, un poco desesperada.
 Violeta está manteniendo una relación a distancia (quizás demasiada) con el que antes era su mejor amigo y ahora se ha convertido en su pareja. Pero no sabe si podrá soportar la distancia. Es su primera relación de este tipo y no está muy segura de cómo les irá.
Justo cuando  se dispone a coger su libro de “Canciones para Paula” aparece en la pantalla del portátil una ventana anunciando que él se ha conectado.

-Cariño….¿Qué tal el día? –le pregunta él; al lado pone un emoticono de una carita sacando la lengua.  

Violeta respira hondo. No quiere que él note que a veces duda y sufre.

-Muy bien cariño, echándote de menos. ¿Y tu día?

-Pues normal, como siempre. Nada nuevo, lo único que es un poco diferente es hablar contigo –seguidamente pone un emoticono de un corazón sonriendo.

Violeta sonríe en la soledad de su habitación. Lo quiere, a pesar de todo. Y lo quiere muchísimo , pero las cosas no siempre son fáciles, en realidad, nunca son fáciles.
Esta enamorada de el, lo sabe. Pero a veces se plantea si se precipitaron y no tuvieron en cuenta que la distancia es un gran problema. 

-Te quiero –escribe Violeta, acompañado de un gran corazón rosa.
-Y yo –contesta José.

De repente se escucha como Aurelia , la madre de Violeta, entra en la casa.
Se oyen los pasos que suben por la escalera, seguidamente se abre la puerta.

-Ya he llegado –le dice a Violeta- ¿Has hecho algo de lo que te dije?

Violeta se queda en blanco, ¿Qué le dijo que hiciera? Ha aprendido a desconectar cuando su madre le habla, esta harta de oírla siempre protestando. Piensa rápidamente y por fin se acuerda. ¡Tenia que limpiar su baño!

-Ehh.. pues no… pero iba a hacerlo ahora mismo –dice mientras se levanta de la silla.

Su madre va a protestar pero al ver a su hija tan predispuesta se aguanta y baja a la cocina a guardar la compra.
Mientras, Violeta se inclina sobre el ordenador y escribe:

-Cariño lo siento pero me tengo que ir a hacer cosas. Hablamos esta noche. ¿Vale?
-Jooo –un emoticono llorando- Bueno, vale. A las nueve y pico hablamos. Te quiero.
-Y yo.

Violeta baja corriendo las escaleras. Va a la cocina y coge todo lo necesario para la limpieza. Cuando ha terminado de limpiar el baño su madre le dice que van a comer en cinco minutos.
Ella va a su cuarto, coge su libro y baja la escalera.

-A comer –grita su madre, como si estuviera en medio de la selva.
-¡ Mamá por Dios! -exclama Violeta-  ¡Que estoy aquí!

Las dos se sientan a la mesa y comen en silencio hasta que la madre habla.

-¿Qué has hecho en toda la mañana?-pregunta mientras se mete un trozo de pechuga de pollo a la boca.


<<Rayarme la cabeza y maldecir mi existencia>>

-Pues nada, hacer los deberes –miente Violeta.
-Bueno, eso está bien, al menos has hecho algo de provecho.
-Si.

No le gusta mentir. Ni a su madre ni a nadie, pero era necesario. No podía decirle que se ha tirado toda la mañana tirada en la cama, mirando el techo y a punto de llorar.
Últimamente no lo esta pasando nada bien. Es muy duro mantener una relación así y más si se meten otras personas por en medio…
Cuando terminan de recoger la mesa la madre de Violeta se dirige al salón a ver un rato la televisión. Violeta sube a su habitación, coge el móvil y busca en sus contactos. Aquí esta.

-Hola Violeta.- la saluda Bea.

Bea es una de sus mejores amigas. Se conocen desde que tenían cinco años y siempre se han llevado muy bien. Es una chica que tiene una peculiar forma de ver la vida. A Violeta le encanta su forma de ser. Muchas veces a sentido envidia de esa ingenuidad con la que vive. Es muy buena amiga y siempre esta ahí, en os buenos y malos momentos, como tiene que ser. 

-Hola nena (ellas siempre se llaman así) –grita Violeta.
-¡¡¡Tia Violeta, que me dejas sorda!!! ¿Qué querías?
-Pues ver si vamos a hacer algo esta tarde. Estoy super depre. –suspira- Llevo toda la mañana tumbada en la cama pensando.
-Uffff. ¡Tu necesitas una tarde de las nuestras!-dice Bea riendo.
-Exacto –responde ella.
- Bueno, entonces te vienes a mi casa esta tarde, vemos una peli y me cuentas lo que te pasa. ¿Vale?
-Perfecto. A las seis estaré allí. Un besazo y gracias.
-Anda tonta, ya sabes que estoy aquí para lo que sea. Un beso.

Violeta suspira. Menos mal que tiene amigas que la ayudan cuando está así. Si no las tuviera no podría soportarlo.
Son las cuatro y cuarto. Todavía falta para que se tenga que ir. Bea vive a diez minutos andando. Decide darse una ducha relajante. Prepara todas las cosas y se dirige al cuarto de baño.
Después de quince minutos de absoluto silencio y relax dentro de la ducha, se envuelve con una toalla y da por terminada tan necesitada tarea. 
Se seca el cuerpo, se viste y se seca el pelo. Hace frio, es enero, no puede dejarlo mojado. Vuelve a su habitación. Justo cuando se dirige hacia las escaleras suena la melodía que la avisa de que tiene un mensaje.

-Hola. Espero que todo te valla muy bien. Tengo ganas de verte. ¿Quedamos mañana? Un besazo.

Puffff. Otra vez… Ruben no se va a rendir tan fácilmente. Ya sabe que ella está con José, pero aun así sigue insistiendo en verla.
¿Qué le responde? Después de pensarlo mucho decide esperar y contestarle cuando lo haya hablado con Bea.
Ya son las seis menos cuarto. Violeta se despide de su madre y sale hacia casa de Bea.

1 comentario:

  1. Hola!!!
    Mira, tu historia es la primera publicada en mi blog, lo recordarás. Puedes ver como ha quedado gracias a este link:
    http://eldesastredemaria.blogspot.com/2012/03/historia-1-el-mundo-de-violeta.html
    Espero que te guste como ha quedado!!!

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